El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad prepara varias medidas para equiparar los salarios de hombres y mujeres

Noticias Jurídicas, 22/02/2013.- Si bien establecer una evolución de la brecha salarial resulta difícil, habida cuenta de la diversidad de criterios y metodologías, tanto Eurostat como el Instituto Nacional de Estadística coinciden en que la distancia de las retribuciones de mujeres y hombres en 2010 se movía entre el 15 y el 16%. En 1995, de acuerdo con el INE, la diferencia se ampliaba al 30%. El próximo estudio se efectuará en 2014, pues la periodicidad de los mismos es de cada cuatro años.

Para el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la brecha salarial es una de las demostraciones palpables de la desigualdad por sexos que aún existen en algunas facetas, y eso a pesar de que las mujeres, por regla general, acceden al mercado de trabajo con un bagaje académico mucho más completo que el de los hombres.

También resulta apreciable que las mujeres se concentran en un segmento más reducido de sectores profesionales, y con frecuencia están peor pagadas y menos valoradas. La elevada temporalidad en los contratos, la abundancia de empleos a tiempo parcial y prestaciones y salarios más bajos son algunos de los hándicap que han de soportar. A esto hay que añadir una mayor dificultad para la conciliación de los planos profesional y familiar, y de hecho una abrumadora mayoría de excedencias para el cuidado de hijos recae en las trabajadoras.

El Gobierno quiere que se tenga en cuenta la formación, capacitación y talento de las personas independientemente de su sexo, y por ello, para cambiar este panorama en detrimento de las mujeres, ultimará a lo largo de este año una serie de medidas que, con el paso del tiempo, sentarán las bases de la igualdad salarial.

Los Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el de Empleo y Seguridad Social están terminando de redactar un Plan Especial contra la discriminación en el ámbito laboral, el cual, entre otros pivotes, girará alrededor de las inspecciones de trabajo para detectar prácticas que incidan en la desigualdad salarial, por ejemplo. Este Plan ahonda en los objetivos de la Estrategia Europa 2020.

Más inminente es el Plan de Infancia, que contendrá una serie de objetivos específicos sobre conciliación de horarios, toda vez que una mayor presencia de los padres con sus hijos beneficia a su formación y crecimiento. También el Plan de Familia, de aprobación a medio plazo, reforzará la protección jurídica, social y económica a los padres que tengan hijos.

El Instituto de la Mujer, por su parte, desplegará subvenciones y ayudas para aquellas empresas que quieran implantar medidas a favor de la igualdad, y a su vez, la Dirección General de Igualdad seguirá dando el mayor eco posible a la concesión de los distintivos “Igualdad en la Empresa”, una suerte de reconocimiento de las apuestas que muchas de las empresas de este país llevan a cabo para blindar el trabajo de sus empleadas y directivas.

La creación de una Red de Excelencia de Empresas por la Igualdad se sumará, en el plano de la sensibilización, a la batería de medidas del Ministerio, al igual que la puesta en venta de diez millones de cupones de la ONCE y la configuración de un sello por la igualdad salarial que se dará a conocer el próximo lunes.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, según las directrices de Ana Mato y del secretario de Estado Juan Manuel Moreno, se ha propuesto avanzar en la equiparación salarial de mujeres y hombres desde todos los campos posibles. Es un objetivo imprescindible, y por ello, piden a los partidos políticos, a las empresas, sindicatos y demás agentes sociales unidad y coordinación para avanzar por este camino con la mayor eficiencia y rapidez posibles”.